Esta pintura rescata los legendarios Acapules que todo auténtico “choyero” conoce de su historia.
Yo siendo auténticamente “choyero” desconozco de mucha de la historia, de la rica historia de la Baja California Sur, me interesa conocerla y, sobre todo, me interesa que se difunda y deje de ser solo accesible a una élite. Si no conocemos nuestro pasado, seguiremos cayendo en los mismos errores. A la península de Baja California se la han querido robar los chilenos, los norteamericanos, los ingleses y últimamente un grupúsculo de color amarillo es la que se ha apoderado de sus recursos, a esos hay que sacar.
Yo siendo auténticamente “choyero” desconozco de mucha de la historia, de la rica historia de la Baja California Sur, me interesa conocerla y, sobre todo, me interesa que se difunda y deje de ser solo accesible a una élite. Si no conocemos nuestro pasado, seguiremos cayendo en los mismos errores. A la península de Baja California se la han querido robar los chilenos, los norteamericanos, los ingleses y últimamente un grupúsculo de color amarillo es la que se ha apoderado de sus recursos, a esos hay que sacar.
Así lucía el camino que iba de San José del Cabo a La Playita en los años ochenta.
Pero no cambiemos el tema, este día, este domingo de familia que mejor que recordar los momentos en que todos fuimos felices, cuando nuestras preocupaciones no eran otras más que conocer nuestro entorno y disfrutarlo. Si tu llegaste a vivir por esta parte del país, en busca de un mejor porvenir para ti y tus hijos, si fue hace diez años de seguro no supiste que aquí en el que era el camino a La Playita, había unos árboles que, dicen, por ahí espantaban. Se llamaban Los Acapules. Varias veces pasé por allí, lo recuerdo muy bien.
Esta especie de cilindro era formado por las ramas de los Acapules en el camino a La Playita.
Hubo un huracán, el Juliette, hace exactamente diez años, en el 2001, cuando el 28 de septiembre embistió a la parte sur de la Península, trajo la mayor cantidad de agua, nunca antes vista en la región los arroyos subieron de tal tamaño que, el arroyo a donde confluyen todos los que bajan de la sierra en la zona de San José, el Arroyo de San José, se llama, comenzó a arrastrar todo lo que allí se encontraba, entre ellos los legendarios Acapules, esos que a todos los que por allí pasaban en la noche les provocaba un cierto temor pues por allí espantaban.
Así era de abrumadora la cantidad de agua que bajó de la sierra luego del paso del huracán Juliette en septiembre del 2001, cuando arrasó con los Acapules.
De los Acapules queda poco recuerdo, si bien es una cosa simple, debería formar parte de la memoria colectiva de todos los que decidieron por gusto o porque el creador los puso aquí a vivir, hubo alguien que los rescató y los plasmó en un cuadro, es la fotografía que vemos al principio de esta nota, en donde en una visión artística, Soraya nos recuerda tomando la figura de Frida Kalho, como lucían en su momento de esplendor los Acapules.
De los Acapules queda poco recuerdo, si bien es una cosa simple, debería formar parte de la memoria colectiva de todos los que decidieron por gusto o porque el creador los puso aquí a vivir, hubo alguien que los rescató y los plasmó en un cuadro, es la fotografía que vemos al principio de esta nota, en donde en una visión artística, Soraya nos recuerda tomando la figura de Frida Kalho, como lucían en su momento de esplendor los Acapules.
Otra vista más del antiguo camino a La Playita, cuando el palmar del estero no era molestado por infames y aborazados buscadores de riquezas.
Don Fernando I. Cota Sández rescata el relato de los Acapules de la siguiente manera: “En el camino carretero que une a San José del Cabo, con el poblado de “La Playita” existen unos árboles muy grandes y frondosos que los lugareños de ambos poblados han llamado Acapules o Nacapules, sobre los cuales se han tejido varias leyendas. Algunos cuentan que al pasar por debajo de dichos árboles, se desprendían de las ramas más altas un costal de huesos que nunca caían al suelo porque quedaba suspendido de las ramas más bajas, como si fuese un hombre ahorcado… otros dicen haber visto una gallina con pollos, pero que al cruzar las gallina los árboles hacia el lado opuesto, al entrar a los alambres, desaparecía…”
Don Fernando I. Cota Sández rescata el relato de los Acapules de la siguiente manera: “En el camino carretero que une a San José del Cabo, con el poblado de “La Playita” existen unos árboles muy grandes y frondosos que los lugareños de ambos poblados han llamado Acapules o Nacapules, sobre los cuales se han tejido varias leyendas. Algunos cuentan que al pasar por debajo de dichos árboles, se desprendían de las ramas más altas un costal de huesos que nunca caían al suelo porque quedaba suspendido de las ramas más bajas, como si fuese un hombre ahorcado… otros dicen haber visto una gallina con pollos, pero que al cruzar las gallina los árboles hacia el lado opuesto, al entrar a los alambres, desaparecía…”
El actual puente que comunica a San José del Cabo con La Playita, mucha de la gente que por allí transita ni se acuerda de que hubo unos árboles enormes.
Es una inquietud que tengo la de rescatar la auténtica cultura sudcaliforniana, especialmente la que se desarrolló en el municipio de Los Cabos y que por desinterés de la autoridad no se ha rescatado debidamente, mucho menos se ha difundido, son muchas las historias que tenemos que contarle a todos los que gustan saber sobre la vida cotidiana de cada rincón que México tiene.
http://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=FzVZ0_WvT-8
Así lo reportó el paso del huracán Juliette la BBC en Londres, Inglaterra:
Es una inquietud que tengo la de rescatar la auténtica cultura sudcaliforniana, especialmente la que se desarrolló en el municipio de Los Cabos y que por desinterés de la autoridad no se ha rescatado debidamente, mucho menos se ha difundido, son muchas las historias que tenemos que contarle a todos los que gustan saber sobre la vida cotidiana de cada rincón que México tiene.
http://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=FzVZ0_WvT-8
Así lo reportó el paso del huracán Juliette la BBC en Londres, Inglaterra:
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