Quiero iniciar este BLOG compartiendo una nota periodística que me llamó muchísimo la atención y en buena medida me vino a reafirmar la convicción que, desde hace mucho tiempo, llevaba guardada en la cabeza; de luchar en pos de un ideal, de ayudar, en medida de mis posibilidades, a crear un ambiente de vida sano, equitativo, con oportunidades para todos y no solamente oportunismo. Lo que he venido viendo en mi querida tierra, Baja California Sur, no es lo que creo sea adecuado, abusos, corruptelas, falsedades, engaños. De todo eso estoy harto y quiero cambiarlo.
El Peninsular
Abcdario
Víctor Octavio García
Lunes 27 de Agosto de 2007
La Paz, BCS.
° Manipulación dolosa
° NAM, de cuida-chivas a transportista.
Para ABCdario no es que el ex gobernador sea nuestro “coco” o el villano favorito para hacer y deshacer entuertos. Lo cierto es que como en las dictaduras despóticas –hay quien piensa que las hay simpáticas- en la de Baja California Sur, la referencia a Leonel es obligada y puede que el gusto le dure hasta marzo del 2008, mes cuando se le acabará la membresía en la dirigencia nacional del PRD, y si las cosas resultan bien, el primer domingo de febrero recibirá una estocada directo al corazón, con la derrota de su hermana incómoda La Camelia, en La Paz.
Lo cierto es que como sucedía en la Roma imperial, en nuestro estado todos los caminos (de la perversidad) llevan a Leonel. Y no es porque Leonel sea muy inteligente, que puede que sea astuto, pero es más perverso que astuto e inteligente, y como en la política y en los negocios turbios, ser perverso y maloso es el mejor requisito, si ello le agregamos que tuvo y tiene accesos a fuentes poderosas de recursos –sean estos del erario público o de la mafia “política” como él mismo la denominó- ya tenemos el encuadre perfecto para pensar que es un “tipo de cuidado”.
Sin darle muchas vueltas al asunto, como bien dicen: “El dinero quita lo pendejo y lo feo”. No hay nada que ilusione más y de cuerpo entero la llevada y traída expresión del porqué Leonel es chile de todos los moles, fama ganada a pulso y que trasciende allende nuestras fronteras.
Lo anterior porque se trata ahora de dilucidar un tema escabroso que sigue siendo tabú, en el cual confluyen infinidad de intereses y muy poderosos, que ha sido utilizado políticamente a conveniencia, porque además mantiene un impacto fuerte en la opinión pública, y porque efectivamente, el lado de los pulpos en la iniciativa privada del transporte se han enredado intereses económicos de altos políticos –como LCM y NAM- que actúan sin ningún pudor, pues se sienten con el derecho de sangre para hacerlo, y al mismo tiempo un numeroso y viejo grupo de verdaderos taxistas y transportistas, materialistas y de carga, que por generaciones se han dedicado a estos menesteres, son los que menos hacen negocio porque apenas sobreviven haciendo su luchita diaria, mientras los bandidos poderosos atropellan la ley y hacen crecer sus fortunas utilizándolos a ellos de “parapeto”. ¿O no?
Y mire usted como el sector taxista y transportistas, que siempre ha estado en el filo de la navaja, con problemas por la manera en que las autoridades históricamente han manejado las concesiones, las rutas y las tarifas y los han manipulado políticamente, se debate en los mismos problemas que cuando hace más de diez años se agudizaron a grado tal de rebelarse en contra del gobierno estatal, provocando fuertes movimientos de presión que fueron negociados por sus líderes banales y sus problemas siguieron siendo los mismos. Pero la peor contaminación y manipulación sufrida por este sector sucedió cuando cayeron en las garras del León, siendo este alcalde de La Paz, y teniendo como argumento el manoseo de las concesiones y la aprobación de la nueva Ley del Transporte en 1997, los utilizó para presionar a sus adversarios políticos de entonces, Guillermo Mercado y el Tony Ortega, en la coyuntura abierta por el PRI a la ciudadanía de septiembre de 1998, para seleccionar al abanderado a la gubernatura.
Después de haber promovido el secuestro de los diputados locales que encabezaba Valentín Castro Burgoin, en junio de 1998, Leonel aliado con los entonces cabecillas del movimiento de transportistas, principalmente de La Paz y Los Cabos, argumentando una lesiva Ley del Transporte, provocaron uno de los mayores conflictos en el régimen de Mercado Romero, donde la sangre no llegó al río, precisamente por la prudencia y la manera en que Valentín Castro, entonces líder camaral, me tocó presenciarlo, impidió el uso de la fuerza pública para desalojar a los más de doscientos enardecidos transportistas que por mas de treinta horas encadenaron las puertas de la sala de sesiones y como una turba armada impidió junto con dos porriles diputados federales perredistas venidos del Estado de México, que financiados por Leonel encabezaban el movimiento.
Inmediatamente después la mascarada orquestada por Leonel cayó por su propio peso, pues la impugnada por lesiva Ley del Transporte, como gobernador la dejó igual, pues jurídicamente no tenía problema; tan es así que a casi diez años de aquello, sigue exactamente igual. Leonel no modificó ni la ley atacada por él y sus huestes, y los vicios, los procedimientos, los intereses del sector siguen de mal en peor, porque como gobernador dio y quitó concesiones y placas a su antojo, lo mismo que ahora hace NAM, valiéndoles menos que nada los conejos municipales, las necesidades del mercado y los derechos de antigüedad de taxistas y transportistas; luego entonces la mentada ley y los inconformes fueron usados por el mismo individuo, primero como aspirante, luego como candidato y después como gobernador, y ahora como un vil cacique.
Los conflictos se agudizan, sobre todo en Los Cabos por el transporte de turistas y los grandes negocios de la construcción y el acarreo de materiales, pero eso si, los nuevos ricos que se han beneficiado de esto, son por parte de la familia real y sus cómplices. Los intereses de NAM a través de su hermano Luis Miguel que usufructúa varios juegos de placas y tres góndolas con capacidad hasta de 30 toneladas y costo de dos y medio millones de pesos cada una, aliados a “Los Rojas” constructores asociados al desperdicio de gobernador que tenemos, habla del desmadre en que se encuentra este sector, mientras que Arahat Angulo, el comisionado de la Dirección del Transporte Estatal, opera a su antojo el cobro de comisiones y permisos, y se hace de la “vista gorda”, perjudicando a los más humildes choferes de camiones y taxis, mientras que servilmente cuida los intereses de NAM como antes lo hizo con los de Leonel, y que le ha valido la permanencia en el cargo. Mientras el transporte de materiales y pasajeros se hunde en el caos y del desorden, en las complicidades y los negocios al amparo del poder; mientras los derechos de sangre y los pulpos se enriquecen y traspasan miles de pesos en comisiones para que no siga pasando nada, Arahat y Héctor Bautista se rascan la panza y el boom de la construcción en Los Cabos sigue enriqueciendo a los políticos y empobreciendo a los cabeños originarios, otrora dueños de la tierra, de un taxi y un camioncito viejo, que se resisten a ser desplazados y despojados por los fuereños y las propias autoridades –desgraciadamente cabeñas como NAM y Leonel- que no solo han permitido esta corrupción, sino que ahora ellos mismos en calidad de dueños transportan materiales, turistas y personas de San José a Cabo San Lucas, además de traficar con la influencia y el poder del dinero para que Los Cabos siga siendo tan tierra de nadie que es el colmo, hasta un alcalde salvadoreño e ilegal se ha entronizado desvergonzada y cínicamente. ¡Que tal!
Para cualquier aclaración, duda o comentario, diríjase a:
Abcdario
Víctor Octavio García
Lunes 27 de Agosto de 2007
La Paz, BCS.
° Manipulación dolosa
° NAM, de cuida-chivas a transportista.
Para ABCdario no es que el ex gobernador sea nuestro “coco” o el villano favorito para hacer y deshacer entuertos. Lo cierto es que como en las dictaduras despóticas –hay quien piensa que las hay simpáticas- en la de Baja California Sur, la referencia a Leonel es obligada y puede que el gusto le dure hasta marzo del 2008, mes cuando se le acabará la membresía en la dirigencia nacional del PRD, y si las cosas resultan bien, el primer domingo de febrero recibirá una estocada directo al corazón, con la derrota de su hermana incómoda La Camelia, en La Paz.
Lo cierto es que como sucedía en la Roma imperial, en nuestro estado todos los caminos (de la perversidad) llevan a Leonel. Y no es porque Leonel sea muy inteligente, que puede que sea astuto, pero es más perverso que astuto e inteligente, y como en la política y en los negocios turbios, ser perverso y maloso es el mejor requisito, si ello le agregamos que tuvo y tiene accesos a fuentes poderosas de recursos –sean estos del erario público o de la mafia “política” como él mismo la denominó- ya tenemos el encuadre perfecto para pensar que es un “tipo de cuidado”.
Sin darle muchas vueltas al asunto, como bien dicen: “El dinero quita lo pendejo y lo feo”. No hay nada que ilusione más y de cuerpo entero la llevada y traída expresión del porqué Leonel es chile de todos los moles, fama ganada a pulso y que trasciende allende nuestras fronteras.
Lo anterior porque se trata ahora de dilucidar un tema escabroso que sigue siendo tabú, en el cual confluyen infinidad de intereses y muy poderosos, que ha sido utilizado políticamente a conveniencia, porque además mantiene un impacto fuerte en la opinión pública, y porque efectivamente, el lado de los pulpos en la iniciativa privada del transporte se han enredado intereses económicos de altos políticos –como LCM y NAM- que actúan sin ningún pudor, pues se sienten con el derecho de sangre para hacerlo, y al mismo tiempo un numeroso y viejo grupo de verdaderos taxistas y transportistas, materialistas y de carga, que por generaciones se han dedicado a estos menesteres, son los que menos hacen negocio porque apenas sobreviven haciendo su luchita diaria, mientras los bandidos poderosos atropellan la ley y hacen crecer sus fortunas utilizándolos a ellos de “parapeto”. ¿O no?
Y mire usted como el sector taxista y transportistas, que siempre ha estado en el filo de la navaja, con problemas por la manera en que las autoridades históricamente han manejado las concesiones, las rutas y las tarifas y los han manipulado políticamente, se debate en los mismos problemas que cuando hace más de diez años se agudizaron a grado tal de rebelarse en contra del gobierno estatal, provocando fuertes movimientos de presión que fueron negociados por sus líderes banales y sus problemas siguieron siendo los mismos. Pero la peor contaminación y manipulación sufrida por este sector sucedió cuando cayeron en las garras del León, siendo este alcalde de La Paz, y teniendo como argumento el manoseo de las concesiones y la aprobación de la nueva Ley del Transporte en 1997, los utilizó para presionar a sus adversarios políticos de entonces, Guillermo Mercado y el Tony Ortega, en la coyuntura abierta por el PRI a la ciudadanía de septiembre de 1998, para seleccionar al abanderado a la gubernatura.
Después de haber promovido el secuestro de los diputados locales que encabezaba Valentín Castro Burgoin, en junio de 1998, Leonel aliado con los entonces cabecillas del movimiento de transportistas, principalmente de La Paz y Los Cabos, argumentando una lesiva Ley del Transporte, provocaron uno de los mayores conflictos en el régimen de Mercado Romero, donde la sangre no llegó al río, precisamente por la prudencia y la manera en que Valentín Castro, entonces líder camaral, me tocó presenciarlo, impidió el uso de la fuerza pública para desalojar a los más de doscientos enardecidos transportistas que por mas de treinta horas encadenaron las puertas de la sala de sesiones y como una turba armada impidió junto con dos porriles diputados federales perredistas venidos del Estado de México, que financiados por Leonel encabezaban el movimiento.
Inmediatamente después la mascarada orquestada por Leonel cayó por su propio peso, pues la impugnada por lesiva Ley del Transporte, como gobernador la dejó igual, pues jurídicamente no tenía problema; tan es así que a casi diez años de aquello, sigue exactamente igual. Leonel no modificó ni la ley atacada por él y sus huestes, y los vicios, los procedimientos, los intereses del sector siguen de mal en peor, porque como gobernador dio y quitó concesiones y placas a su antojo, lo mismo que ahora hace NAM, valiéndoles menos que nada los conejos municipales, las necesidades del mercado y los derechos de antigüedad de taxistas y transportistas; luego entonces la mentada ley y los inconformes fueron usados por el mismo individuo, primero como aspirante, luego como candidato y después como gobernador, y ahora como un vil cacique.
Los conflictos se agudizan, sobre todo en Los Cabos por el transporte de turistas y los grandes negocios de la construcción y el acarreo de materiales, pero eso si, los nuevos ricos que se han beneficiado de esto, son por parte de la familia real y sus cómplices. Los intereses de NAM a través de su hermano Luis Miguel que usufructúa varios juegos de placas y tres góndolas con capacidad hasta de 30 toneladas y costo de dos y medio millones de pesos cada una, aliados a “Los Rojas” constructores asociados al desperdicio de gobernador que tenemos, habla del desmadre en que se encuentra este sector, mientras que Arahat Angulo, el comisionado de la Dirección del Transporte Estatal, opera a su antojo el cobro de comisiones y permisos, y se hace de la “vista gorda”, perjudicando a los más humildes choferes de camiones y taxis, mientras que servilmente cuida los intereses de NAM como antes lo hizo con los de Leonel, y que le ha valido la permanencia en el cargo. Mientras el transporte de materiales y pasajeros se hunde en el caos y del desorden, en las complicidades y los negocios al amparo del poder; mientras los derechos de sangre y los pulpos se enriquecen y traspasan miles de pesos en comisiones para que no siga pasando nada, Arahat y Héctor Bautista se rascan la panza y el boom de la construcción en Los Cabos sigue enriqueciendo a los políticos y empobreciendo a los cabeños originarios, otrora dueños de la tierra, de un taxi y un camioncito viejo, que se resisten a ser desplazados y despojados por los fuereños y las propias autoridades –desgraciadamente cabeñas como NAM y Leonel- que no solo han permitido esta corrupción, sino que ahora ellos mismos en calidad de dueños transportan materiales, turistas y personas de San José a Cabo San Lucas, además de traficar con la influencia y el poder del dinero para que Los Cabos siga siendo tan tierra de nadie que es el colmo, hasta un alcalde salvadoreño e ilegal se ha entronizado desvergonzada y cínicamente. ¡Que tal!
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