Desde hace varios días venimos leyendo en la prensa nacional los problemas que enfrenta el país por la sequía que aunada al cambio climático está agotando las reservas de agua en casi todo el país. Hemos visto como ya en la Ciudad de México se viene racionando desde hace tiempo en las zonas oriente, y vemos con alarma que en Baja California Sur, en donde el cambio climático nos está afectando también, no se están tomando las medidas necesarias para crear conciencia entre todos los habitantes que, ahora que somos mas los que habitamos en la punta sur de la península, las reservas existentes son insuficientes. De no llover este año, tendremos serios problemas de abasto para todo el 2010. Lo que publica el día de hoy El Universal es en verdad alarmante y es una llamada de atención a todos, ciudadanos y autoridades a que si no tomamos conciencia HOY MISMO del tamaño de problema que se nos viene encima, las consecuencias que enfrentaremos serán desastrosas.
Esta no es una llamada a tiempo, pues las soluciones las deberíamos tener ya en operación, esta es la última llamada que la naturaleza nos está haciendo para que nos demos cuenta de que nuestros hábitos y costumbres deben cambiar radicalmente. El ahorro de agua, el respeto a la naturaleza, la armonía y, sobre todo el consumo razonado de agua es necesario hacerlo desde hoy mismo.
Esta no es una llamada a tiempo, pues las soluciones las deberíamos tener ya en operación, esta es la última llamada que la naturaleza nos está haciendo para que nos demos cuenta de que nuestros hábitos y costumbres deben cambiar radicalmente. El ahorro de agua, el respeto a la naturaleza, la armonía y, sobre todo el consumo razonado de agua es necesario hacerlo desde hoy mismo.
Especialistas urgen a autoridades reorientar el modelo de desarrollo de la entidad.
Gladys Rodríguez Corresponsal
Gladys Rodríguez Corresponsal
El Universal
Viernes 28 de agosto de 2009
LA PAZ, BCS.— El crecimiento poblacional y el desarrollo urbano, motivado en buena parte por el auge turístico de los principales destinos de Baja California Sur, han incrementado el problema de la escasez de agua, señalaron especialistas en temas ambientales y urbanidad.
La inmigración de personas, provenientes de diversas partes del territorio nacional, quienes llegan en busca de empleo y mejores condiciones de vida, ha contribuido al aumento de la población especialmente en la zona sur de la península, en los municipios de La Paz y Los Cabos, que concentran a tres cuartas partes de la población total —565 mil 400—, según datos del INEGI.
Así, aunque Baja California Sur se mantiene como la entidad con menor número de habitantes en México, presenta una tasa media anual de crecimiento de 2.5%. Sin embargo, Los Cabos, uno de sus cinco municipios, registra una tasa de 6.6%, que supera la media estatal, incluso la nacional de 0.89%.
En 1960 Los Cabos tenía 2 mil 861 habitantes, para 2000 ya eran 105 mil. En 2009 suman 204 mil 711, casi alcanzando a La Paz, capital del estado, con 230 mil 78.
Un estudio realizado por la investigadora María Luisa Cabral Bowling, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, indica que la localidad de Cabo San Lucas, perteneciente al municipio cabeño, todavía supera estos indicadores, al presentar una tasa anual de 16%, por encima de localidades como Cancún. Actualmente en el puerto de Cabo San Lucas viven unos 70 mil habitantes.
De este modo, la demanda de servicios básicos como el agua potable ha puesto en jaque a autoridades locales, quienes han sido rebasadas ante el crecimiento demográfico.
En la zona de Los Cabos funciona ya una desaladora para atender la demanda del servicio, y en la capital de la entidad se busca la instalación de otra planta.
Los especialistas coincidieron en la necesidad de reorientar el modelo de desarrollo de la entidad, toda vez que es agotador de los recursos naturales y la dependencia del turismo que impulsa puede ser un riesgo sobre todo en tiempos de crisis económica.
La doctora Antonina Ivanova Boncheva, miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, señaló que la entidad requiere un modelo de desarrollo sustentable que incluya nuevas actividades productivas y no se base sólo en el impulso del turismo y, en todo caso, no en el turismo de sol y playa que resulta agotador especialmente del agua.
La especialista en Relaciones Internacionales, Alba Gámez, consideró necesario establecer criterios de crecimiento a fin de poder enfrentar la demanda de servicios.
“No es posible poner hoteles, resorts o conjuntos habitacionales con albercas a lo largo de un territorio donde no hay agua”, expresó la investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Subrayó que en la región se promueve un sector con gran potencial de crecimiento, el turismo; pero al mismo tiempo –—advirtió— trae un alto costo social y ambiental.
De mantener el ritmo de desarrollo actual, en pocos años, las autoridades locales enfrentarán mayores problemas para proveer de servicios básicos a la población.
La población se triplicará
El experto en Ciencias Económicas y Empresariales, José Urciaga García, explicó que los escenarios más conservadores sugieren que en los próximos 15 años la población de la entidad se va a triplicar, por lo que el estado registraría una población de un millón y medio de habitantes. La pregunta es —expone el investigador— “¿de dónde van a abastecer las fuentes de agua para tanta gente?”.
El estado sólo cuenta con fuentes de agua subterráneas y la recarga por lluvias no alcanza ni los 200 milímetros anuales.
Actualmente varios acuíferos se están sobreexplotados y existen evidencias de intrusión salina, al menos de entre seis y ocho kilómetros en La Paz. En Comondú el registro se eleva a 50 kilómetros, señaló el experto en Geohidrología del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, Arturo Cruz Falcón.
LA PAZ, BCS.— El crecimiento poblacional y el desarrollo urbano, motivado en buena parte por el auge turístico de los principales destinos de Baja California Sur, han incrementado el problema de la escasez de agua, señalaron especialistas en temas ambientales y urbanidad.
La inmigración de personas, provenientes de diversas partes del territorio nacional, quienes llegan en busca de empleo y mejores condiciones de vida, ha contribuido al aumento de la población especialmente en la zona sur de la península, en los municipios de La Paz y Los Cabos, que concentran a tres cuartas partes de la población total —565 mil 400—, según datos del INEGI.
Así, aunque Baja California Sur se mantiene como la entidad con menor número de habitantes en México, presenta una tasa media anual de crecimiento de 2.5%. Sin embargo, Los Cabos, uno de sus cinco municipios, registra una tasa de 6.6%, que supera la media estatal, incluso la nacional de 0.89%.
En 1960 Los Cabos tenía 2 mil 861 habitantes, para 2000 ya eran 105 mil. En 2009 suman 204 mil 711, casi alcanzando a La Paz, capital del estado, con 230 mil 78.
Un estudio realizado por la investigadora María Luisa Cabral Bowling, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, indica que la localidad de Cabo San Lucas, perteneciente al municipio cabeño, todavía supera estos indicadores, al presentar una tasa anual de 16%, por encima de localidades como Cancún. Actualmente en el puerto de Cabo San Lucas viven unos 70 mil habitantes.
De este modo, la demanda de servicios básicos como el agua potable ha puesto en jaque a autoridades locales, quienes han sido rebasadas ante el crecimiento demográfico.
En la zona de Los Cabos funciona ya una desaladora para atender la demanda del servicio, y en la capital de la entidad se busca la instalación de otra planta.
Los especialistas coincidieron en la necesidad de reorientar el modelo de desarrollo de la entidad, toda vez que es agotador de los recursos naturales y la dependencia del turismo que impulsa puede ser un riesgo sobre todo en tiempos de crisis económica.
La doctora Antonina Ivanova Boncheva, miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, señaló que la entidad requiere un modelo de desarrollo sustentable que incluya nuevas actividades productivas y no se base sólo en el impulso del turismo y, en todo caso, no en el turismo de sol y playa que resulta agotador especialmente del agua.
La especialista en Relaciones Internacionales, Alba Gámez, consideró necesario establecer criterios de crecimiento a fin de poder enfrentar la demanda de servicios.
“No es posible poner hoteles, resorts o conjuntos habitacionales con albercas a lo largo de un territorio donde no hay agua”, expresó la investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Subrayó que en la región se promueve un sector con gran potencial de crecimiento, el turismo; pero al mismo tiempo –—advirtió— trae un alto costo social y ambiental.
De mantener el ritmo de desarrollo actual, en pocos años, las autoridades locales enfrentarán mayores problemas para proveer de servicios básicos a la población.
La población se triplicará
El experto en Ciencias Económicas y Empresariales, José Urciaga García, explicó que los escenarios más conservadores sugieren que en los próximos 15 años la población de la entidad se va a triplicar, por lo que el estado registraría una población de un millón y medio de habitantes. La pregunta es —expone el investigador— “¿de dónde van a abastecer las fuentes de agua para tanta gente?”.
El estado sólo cuenta con fuentes de agua subterráneas y la recarga por lluvias no alcanza ni los 200 milímetros anuales.
Actualmente varios acuíferos se están sobreexplotados y existen evidencias de intrusión salina, al menos de entre seis y ocho kilómetros en La Paz. En Comondú el registro se eleva a 50 kilómetros, señaló el experto en Geohidrología del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, Arturo Cruz Falcón.
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